Material divulgativo

Verduras crucíferas, las reinas del invierno

Existe un grupo de verduras que es el producto estrella del invierno. ¿Sabes de cuál te hablamos? ¡De las crucíferas!

Se trata de una extensa familia con distintas variedades como la berza, el brócoli, la coliflor, las coles de Bruselas, la col rizada, la col lombarda, el repollo, el rábano…

Son verduras muchas veces apartadas de las recetas de cocina que, sin embargo, lo tienen todo para alcanzar la categoría de alimentos saludables. Su multitud de propiedades varían en función de la parte que consumamos.

La raíz. Existen crucíferas, como el nabo y el rábano, de las que se aprovecha la raíz. Si se consumen crudos, resultan muy indigestos, pero cocinados a baja temperatura durante varias horas o fermentados se consigue un sabor muy potente. Su elevado contenido en fibra es un excelente remedio para el estreñimiento.

Las hojas. Las hojas de las coles que solemos utilizar son las de las coles rizadas, como la lombarda, los grelos o la berza, entre otras. Estas hojas tienen una gran cantidad de vitaminas y antioxidantes. El olor típico al cocerlas es producido por la alta cantidad de azufre que poseen, lo que les confiere un alto poder antioxidante, antimicrobiano y antiinflamatorio.

Además, son muy ricas en minerales como el potasio y el magnesio que mejoran la respuesta del impulso  nervioso y evitan la retención de líquidos.

Las flores. Las coles poseen flor, que podemos consumir cruda, hervida, al vapor, al horno, etc. En este caso, hablando del brócoli, de la coliflor y, cómo no, de las coles de Bruselas.

Las propiedades de las crucíferas son muchas. Son ricas en carotenoides, vitaminas C, E y K, folatos, alto contenido en fibra y, además, está comprobado que poseen propiedades antitumorales. En concreto, tienen unas sustancias, los glucosinolatos, que tienen un poder preventivo frente al cáncer, sobre todo contra el cáncer de próstata, colon y pulmón.

Por otro lado, poseen también otras sustancias, los isotiocianatos, que compiten con el yodo para ser absorbidos por la glándula tiroidea, lo que significa que las personas con hipotiroidismo no se van a ver tan favorecidas del alto consumo de estas verduras.